Representa una de las partes fundamentales de la supervisión de la ejecución y montaje de las instalaciones, lo que obliga en general a realizarlo de forma independiente y previa, con arreglo a protocolos específicos, que eviten el riesgo de error.
En casos de edificios de cierta importancia, que impliquen la utilización de equipos especiales, fuera del rango de capacidad, potencia, etc, de los proyectos habituales, se hace necesario y conveniente realizar esta actividad de control en fábrica, como paso previo a su entrega.
En esta actividad se revisa la correspondencia entre las características nominales de los distintos equipos y componentes previstos en el proyecto y las de los que se vayan a suministrar a la obra, mediante la petición y análisis de certificados de origen o de conformidad a normas, o bien la recepción en factoría mediante la verificación de protocolos específicos de comprobación de las características y funcionamiento de equipos.